¿Reconozca un Cristiano?

Hoy en día en nuestro País se  piensa que las personas que llevan una Biblia en sus manos mientras se dirigen a una casa de oración o a  reunirse con sus hermanos en la fe a leer y memorizar. Son los cristianos.

Lamentablemente existe un  "generación de loros"  que van por la vida repitiendo lo que escuchan, y enfrascados en una religión que los aleja completamente de las prioridades del Reino y de la obra que nos dejo Jesús para realizar.Pero no podemos dejar de señalar que existen muchos Cristianos verdaderos que viven a Cristo en sus vidas y estos pueden estar al interior de cualquier  Religion.

Espero no se mal entienda, No estoy diciendo que la religión es un enemigo, muy por el contraio creo que las Religiones juegan un rol importantisimo en las enseñanzas de las escrituras ,pero lo fundamental es la aplicacion de la teoria aprendida ,por lo tanto ,la religiosidad puede crear en nosotros hábitos, costumbres, doctrinas que se sobrepondrán a los propósitos que Dios tiene para la humanidad.Dios no quiere "Hipocritas". 

Religión forma Religiosos
Cristo forma cristianos

Dios Reprende y Condena la Hipocresía

Mateo 15:7-8 - Las personas que dicen con sus labios que honran a Dios, pero no tienen esa intención en sus corazones, son hipócritas. ¿Está usted incluido en este número?

Mateo 6:1-2,5,16 - Hipócritas son las personas que pasan a través de rituales de adoración y servicio, pero su propósito no es dar honor a Dios, sino recibir el honor para sí mismos y satisfacer los deseos de otros. ¿Describe esto su servicio a Dios?

Mateo 23:25-28 - La gente es hipócrita cuando exteriormente pretenden ser justos, pero realmente no están deseando hacer las obras de justicia. Son como un cementerio: un paisaje hermosísimo en la superficie, pero llenos de podredumbre y corrupción debajo.
Cuando la gente declara ser hijo de Dios, se les requiere que obedezcan a Dios sinceramente cada instante del día. Algo menos es hipocresía, y ninguna persona recibirá reprensiones más fuertes de Jesús que las que hizo a los hipócritas. ¿Está dando a Dios el servicio genuino que El requiere?

[Véase también 1 Ped. 1:22; 2:1; Luc. 8.15; Stg. 3:17].

Dios Requiere un Buen Ejemplo

Tito 2:7-8 - Debemos ser buenos ejemplos en todas las áreas de la vida. Algunas veces rechazamos acusaciones contra nosotros porque las personas que las hacen no son Cristianos. Pero ni aún debemos dar a estas personas base para hablar mal de nosotros.

Romanos 2:21-24 - Debemos practicar lo que predicamos. Fallar en hacerlo así es pecado, pero esto también deshonra a Dios y lleva a las personas a apartarse de El. Nótese que Dios reprende firmemente a aquellos que declaran ser Sus hijos, pero por sus pecados impiden que otros le sirvan.

1 Corintios 10:32-33 - Nuestra vida no debe llevar a otros a pecar o ser obstáculos en su servicio a Dios. Muchos miembros dicen, "Como yo viva es mi problema. Si los demás pecan, esa es su culpa y no mía". Si, Dios coloca en los demás la responsabilidad si pecan, pero también nos tendrá como responsables si es nuestra influencia la que lleva a los demás a pecar.
Debemos estar interesados acerca del efecto que nuestras vidas tienen en los demás. Nuestra vida debe resplandecer con buenas obras para que otros las vean y sean llevados a glorificar a Dios -- no a rechazarle (Mat. 5:16). ¿Habrán personas que rehúsen convertirse en Cristianos o que apostaten de Dios porque fueron rechazados por sus pecados? ¿Hay miembros cuyo trabajo por el Señor es estorbado porque su indiferencia pecaminosa los ha desanimado? Si es así, esté seguro que Dios no lo tendrá libre de culpa.

[Véase también 1 Tim. 4:12; 1 Ped. 2:11-12; 3:15-16; Mat. 18:6-7; Pr. 28:10; 22:1; Fil. 2:15-16; Heb. 12:15; 1 Tim. 5:14; 6:1; Tito 2:5; 2 Cor. 6:3].

Entonces, ¿qué es ser cristiano?


Es común escuchar personas pregonar que son cristianas, “que siguen a Cristo”. Ciertamente, es muy fácil decirlo, pero bien difícil actuar como un verdadero cristiano.
Es que no es fácil aceptar la apatía e inconsecuencia de nuestros semejantes con respecto a Dios. Pero, como cristianos estamos obligados a soportarlos y ayudarlos, porque sin ninguna duda, su actuación corresponde a su ignorancia de los principios cristianos y de las leyes de compensación que rigen nuestra vida.
Una condición fundamental del cristianismo es cumplir el mandato de Cristo:

“Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”

“Amaras a tu prójimo como a ti mismo”.

Mateo 22:37-40

Cuando hacemos el bien como estilo de vida no es importante la retribución, porque cuando se da amor, éste se convierte en el aliciente ante los males que aquejan al hombre.
¿Entonces eres cristiano? ¿Amas a Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente? Este es el quid del asunto. Especialmente, para quienes somos cristianos amar a Dios es una necesidad, seguirlo y no fallarle es nuestro deseo, en una frase: negarnos a sí mismos, tomar nuestra cruz y seguir a Cristo… esto es poner por obra lo que hemos creído.

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”

                                                           Mateo 16:24

1. Negarse a si mismo, significa renunciar a ser uno el centro de si mismo.

2. Cargar con la CRUZ, esto nos indica estar dispuestos a morir.

3. Seguir a CRISTO, consiste en identificar nuestra voluntad con la suya.

¿Qué significa tomar la cruz cada día, como condición para seguir a Jesucristo?

El que coge el madero y lo pone sobre sus hombros acepta su destino, sabe que su vida terminara en esa cruz.

Hermanos(as) tomar la CRUZ expresa una decisión resulta, indica que estamos dispuestos a seguirle, si fuera preciso, hasta la muerte, que queremos imitarle en todo, sin poner límite alguno. Debe quedar muy claro que “con esta expresión Jesús no pone como centro de su doctrina la mortificación y la renuncia, como cosas prioritarias, al deber de soportar con paciencia las pequeñas o grandes tribulaciones diarias; menos aún, pretende ser una exaltación del dolor como medio para agradar a Dios”. Podemos entender fácilmente que Dios no goza con el dolor ajeno; si así fuera, no sería un Dios bueno. También parece claro que el centro de la doctrina de Cristo no es el dolor sino: “el mandamiento del amor”.

El seguir a CRISTO de cerca nos llevara a la abnegación más completa, a la plenitud del amor, a la alegría más grande. La identificación con su santa voluntad en todo, limpia, purifica, clarifica el alma y la diviniza.

Tener la CRUZ, es tener la alegría: ¡es tenerte a Ti, Señor! En cambio, la mayoría de nosotros los cristianos entendemos que tomar la cruz significa “soportar con paciencia las pequeñas o grandes tribulaciones diarias”, esto no es lo prioritario en el cristianismo.


Los Cristianos debemos vivificar nuestro fundamento ideológico, que se basa en el mensaje de Cristo, de amor al Padre primeramente y luego al prójimo, lo cual es suficiente para entender a tantas personas que, por desconocer los principios de vida cristianos, andan por el mundo desorientados, llenos de estrés, ira, impaciencia, frustración, falta de fe, idolatría y haciéndose llamar Cristianos.
Dios nos ayude siempre a cumplir con su propósito.
Juan 13:34-35
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

1 Juan 4:7-8
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.[b]

1 Juan 4:16
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.

1 Juan 4:20-21
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.

1 Juan 3:14-15
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.