lunes, 25 de julio de 2011

Estudio Biblico de Hoy " El Corazon Perdonador"

Verdad central: Cuando perdonamos a los demás, Dios nos perdonará a nosotros.
 
Texto áureo: Si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial. Mateo 6:14
 
Trasfondo bíblico: Mateo 18:15-35
 
Bosquejo:
 
I. Perdón sin límites
 
A. Motivo del perdón
B. Extensión del perdón
 
II. Ejemplo de perdón
 
A. El perdón necesario
B. El perdón concedido
 
III. Necesidad de perdón
 
A. El perdón negado
B. El rencor y la gracia
 
Objetivo:
 
Aceptar y obedecer la enseñanza de Cristo respecto a la necesidad de perdonar a los demás.
 
Introducción
 
Algunas de las mayores bendiciones de nuestra vida cristiana resultan de las relaciones que tenemos con otros creyentes. A medida que cultivamos estas relaciones, podemos ser fortalecidos en nuestro andar espiritual. La estrecha comunión espiritual que resulta de esas amistades puede ayudarnos en los tiempos difíciles de nuestra vida.
 
Una de las cosas más devastadoras que tiene lugar en la Iglesia es el deterioro de las relaciones entre creyentes. A veces aun una acción insignificante puede hacer que una persona se sienta ofendida. Si no se resuelve la ofensa, puede abrigarse la amargura. Y a la larga se quebrantará la relación entre esas personas.
 
Es probable que a cada uno de nosotros se le haya ofendido de alguna manera. ¿Cómo resolvemos esas situaciones? Como creyentes, nuestra reacción ha de ser muy distinta de la de quienes son del mundo. En Mateo 18, Jesús enseñó que el perdón es parte esencial de la vida cristiana robusta. No podemos permitir la falta de perdón y la amargura en nuestra vida. Debemos procurar la reanudación de relaciones con los hermanos en la fe que nos hayan ofendido.
 
Comentario Bíblico
 
I. Perdón sin límites (Mateo 18:15-20)
 
A. Motivo del perdón
 
En Mateo 18, Jesús respondió a la pregunta de sus discípulos respecto a quién es el mayor en el reino de los cielos (v. 1). En su respuesta. Jesús indicó que todo el mundo es importante en el reino. Se están preparando las condiciones para que Jesús les enseñe a sus discípulos cómo y por qué han de mostrar misericordia y perdón, aun a quienes pequen contra ellos (v. 15).
 
Pregunta ¿Qué significa pecar contra otro creyente?
 
El verbo "pecar" en este contexto incluye el quedar mal, el quebrantar un secreto confidencial o el traicionar a un hermano, o herir a otra persona con su actitud. Aunque pudiéramos considerar algunas de esas actitudes como ofensas insignificantes, debemos reconocer el grave y devastador carácter del pecado.
 
Pregunta: ¿Cuál es una reacción común cuando se nos trata mal o injustamente?
 
Cuando nos hacen mal, a menudo nuestra primera reacción es vengarnos o guardar rencor. Pero nuestras reacciones no deben ser como las de quienes no son cristianos. En los versículos 15-17, Jesús presentó la forma en que los creyentes deben tratar a quienes pequen contra ellos.
 
Jesús dijo que el que ha sido ofendido ha de iniciar la tentativa de reconciliación yendo a ver a la persona que lo haya ofendido. La privacidad asegura que la persona que ha pecado no se sienta humillada ni avergonzada. Asimismo, el que confronta debe recordar que el motivo de la confrontación es la restitución. No puede haber pensamiento alguno de venganza.
 
Si la persona que pecó se niega a reconciliarse, el que procura la reconciliación ha de llevar consigo a uno o dos creyentes más en una nueva tentativa de reconciliación. Esos testigos adicionales pueden asegurar que el que busca la reconciliación tiene motivos correctos. También pueden ayudar al que ha pecado a comprender la gravedad de su conducta y su necesidad de arrepentirse.
 
Si el que pecó rechaza esas tentativas de reconciliación, entonces se le ha de llevar ante la iglesia (v. 17). En un último recurso, se le da la oportunidad de arrepentirse y de ser restaurado a la comunión en la comunidad de la fe.
 
Lamentablemente, hay veces en que la persona que ha pecado se niega a humillarse y a arrepentirse. La única alternativa es la separación del cuerpo de creyentes y tratarlo como "gentil y publicano" (v. 17). Tal vez esa medida radical ayude a esa persona a comprender su necesidad de arrepentirse.
 
Pregunta: ¿Por qué debe separarse de una iglesia a una persona que no se arrepiente?
 
La Biblia enseña la importancia de la separación del pecado (1 Corintios 5:9-13). A una persona que no se arrepiente se le debe disciplinar para el bien del pecador (2 Tesalonicenses 3:14,15), a fin de mantener la pureza en la iglesia e impedir que otros se descarríen.
 
Pregunta: ¿Cómo se relaciona el concepto de atar y desatar (Mateo 18:18) con la restitución de un creyente?
 
En algunos círculos cristianos se ha empleado mal el atar y desatar. Al compararse con Mateo 16:19 y Juan 20:23, vemos que proclamar el mensaje del reino lo abre a quienes aceptan su mensaje. Asimismo, quienes rechazan su mensaje son esclavos, y no están libres de sus pecados.
 
De igual manera, cuando le ofrecemos reconciliación a un creyente que está pecando, le brindamos libertad. Pero si rechaza nuestras tentativas de reconciliación, él sigue atado por el pecado.
 
Pregunta: ¿Por qué es importante la oración en la restitución de un creyente que ha pecado (Mateo 18:19,20)?
 
Jesús quería que conociéramos el poder que está a nuestro alcance cuando oramos por quienes están alejados de Dios. Cuando dos o tres personas (tal vez las que primero fueron a ver al creyente no arrepentido) se reúnen para orar, Dios oirá y contestará su oración. Y pueden estar seguros de que Él está con ellos.
 
Pregunta: A la luz de Mateo 18:15-20, ¿cómo deben considerar la disciplina de la iglesia los pastores y los miembros?
 
Es necesaria la disciplina de la iglesia debido a las posibles consecuencias para quienes se someten a la disciplina. Aunque los creyentes deben procurar la restitución de los creyentes que pecan, las consecuencias del pecado sin arrepentimiento son muy severas. Debido a eso, debemos aplicar la disciplina con oración.
 
Asimismo, los pastores deben buscar la sabiduría de Dios. No pueden guardar ningún rencor ni amargura alguna. Durante todo el proceso, la meta es restitución. Aun cuando se lleve a un pecador ante todo el cuerpo de creyentes, el proceso debe efectuarse con amor.
 
B. Extensión del perdón
 
Jesús continuó fortaleciendo la enseñanza sobre el perdón mientras respondía a la pregunta de Pedro: "¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano?" (Mateo 18:21). La antigua literatura rabínica enseñaba que una persona debía perdonar a otra tres veces. Es probable que Pedro pensara que estaba siendo generoso cuando sugirió perdonar siete veces. Pero en su respuesta Jesús enseñó una actitud revolucionaria respecto al perdón.
 
Pregunta: ¿Qué significa perdonar "setenta veces siete"?
 
Algunas traducciones dicen "setenta y siete veces"; otras indican que la respuesta de Jesús sería "cuatrocientas noventa veces" (v. 22). Pero el número es poco importante; lo que importa es que el perdón de los creyentes ha de ser ilimitado. Esta es una enseñanza revolucionaria en un mundo que procura vengarse.
 
Si contamos cada mal que perdonamos, no estamos de veras perdonando. Más bien perdonar a los demás quiere decir que ni nos acordamos del mal que se comete contra nosotros.
 
La actitud y la conducta que se aconseja en Mateo 18:15-22 sólo se alcanzará gracias al poder de Dios. Pero como muestra la parábola en los versículos 23-35, nuestra actitud en cuanto a perdonar incluso la injusticia más horrible puede seguir siendo buena si mantenemos una perspectiva espiritual.
 
II. Ejemplo de perdón: (Mateo 18:23-25)
 
A. El perdón necesario
 
Jesús fortaleció su enseñanza sobre el perdón empleando una parábola para ilustrar el verdadero perdón. Esta parábola describe la conducta de los ciudadanos del reino de Dios (Mateo 18:23).
 
En la época del Nuevo Testamento, a veces se les daba a los siervos cargos de supervisores de los asuntos económicos de un rey. En esa parábola, el rey decidió arreglar las cuentas con sus siervos. Comenzó con un siervo cuya deuda era increíblemente elevada (v. 24). Diez mil talentos es una suma casi incalculable de dinero. En la actualidad, la deuda del siervo sumaría varios millones de dólares.
 
Pregunta: ¿Por qué le atribuye Jesús un elevado valor a la deuda en esa parábola?
 
Jesús empleó una cantidad extraordinaria de dinero para mostrar que era imposible pagar esa deuda. El rey tenía el derecho de vender al siervo, así como a su familia, como esclavos para saldar la deuda. Sin embargo, en este caso hasta eso sería insuficiente. Las medidas que tomó el rey respecto al siervo en el versículo 25 fueron estrictamente punitivas. Iba a descargar su ira sobre un hombre que no tenía poder alguno para detenerlo.
 
Pregunta: ¿Cómo ilustra esta parábola, nuestra posición como pecadores antes que aceptáramos a Cristo como nuestro Salvador?
 
Esta parábola prepara el escenario para una enseñanza convincente respecto a la misericordia y el perdón. Se parece mucho a la situación en que nos encontramos cuando no conocemos a Cristo como Salvador. Tenemos una deuda que no podemos pagar. No hay forma en que podamos ganar la salvación con nuestras propias obras.
 
B. El perdón concedido
 
El siervo en esa parábola le había fallado al rey y había incurrido en una deuda que jamás podía pagar. Sólo podía hacer una cosa. Cayendo de rodillas ante el rey, el siervo le pidió misericordia (Mateo 18:26). Aunque era imposible pagar tal cantidad, el siervo le pidió tiempo para pagarle la deuda.
 
El rey sabía que era imposible que le pagara la deuda. Movido a misericordia, el rey perdonó la deuda (v. 27). Al hacer eso, el rey hizo algo más que sentir compasión por el siervo; también lo amó. Al perdonarle esa deuda, el rey además trató al siervo como uno de los suyos. Vio al siervo como algo más que un deudor; lo vio como persona.
 
Pregunta: ¿Cómo el perdón del rey ejemplifica el perdón de Dios?
 
El rey representa a Dios, mientras que el siervo representa al pecador. No puede calcularse el perdón que nos ha concedido Dios. Debido a nuestro pecado, tenemos una deuda incalculable con Dios. No tenemos esperanza alguna aparte de su misericordia, pero Él nos ha mostrado gran compasión.
 
La palabra traducida "perdonó" en el versículo 27 ilustra el perdón de Dios de los pecados (véase Mateo 6:14,15). Para nuestra forma de pensar, nuestra única esperanza de evitar el castigo sería que de algún modo pagáramos la deuda. Pero Dios sabe que es imposible que paguemos la deuda de nuestros pecados. Dios responde con gracia inimaginable a nuestras súplicas de misericordia. Mediante la obra expiatoria de Cristo, sencillamente nos perdona la deuda y nos restituye a una buena relación con Él.
 
Cuando nos rendimos a Dios, no hay penitencia alguna que cumplir ni castigo alguno que sufrir. El evangelio del perdón resuena en este pasaje, y va en crescendo mientras la misericordia de Dios se contrasta con la conducta despiadada del siervo en los versículos siguientes.
 
III. Necesidad de perdón (Mateo 18:28-30)
 
A. El perdón negado
 
El siervo a quien el rey había perdonado salió de la presencia del rey y se encontró con otro siervo que le debía dinero, y le exigió que le pagara (Mateo 18:28). Este siervo le pidió misericordia, tal como había hecho el primer siervo ante el rey (v. 29). Mientras que la cantidad de la deuda del primero era enorme, la deuda de este otro era insignificante. Cien denarios serían hoy sólo algunos dólares.
 
Aunque al primer siervo se le acababa de perdonar una deuda increíblemente enorme, reaccionó con ira y falta de perdón al clamor de misericordia de su consiervo. Incluso recurrió a la violencia física. Olvidando el perdón que acababa de recibir, echó en la cárcel a su consiervo hasta que pudiera pagarle la deuda (w. 28-30).
 
Pregunta: ¿Por qué trató el primer siervo con tanta rudeza a su consiervo?
 
Es evidente que el siervo no se sintió conmovido por la misericordia que se le había mostrado. A diferencia de su propia deuda, cien denarios se pudieran haber pagado fácilmente. Pero el corazón del siervo era malo, y no fue transformado por la benevolencia del rey. Cuando tuvo la oportunidad de imitar la misericordia que había recibido, se negó a mostrar misericordia.
 
B. El rencor y la gracia
 
La conducta injusta del siervo no pasó inadvertida. Algunos siervos le informaron al rey acerca del siervo ingrato. El rey se enojó y le retiró su misericordia (Mateo 18:31-34.).
 
Pregunta: ¿Por qué el rey retiró su misericordia?
 
El rey se asombró de que su siervo se negara a perdonar una deuda insignificante cuando le había perdonado a ese siervo una deuda de proporciones infinitas. El rey reconoció la maldad en el corazón de ese siervo y lo condenó a ser encarcelado y torturado hasta que pagara la deuda.
 
Como no había mostrado misericordia, no recibió ninguna. Como no estuvo dispuesto a perdonar una deuda insignificante, perdió su perdón de una deuda mucho más grande.
 
El perdón de Dios exige que seamos a la vez perdonadores. Cualquier pecado cometido contra nosotros es insignificante al compararse con el pecado que hemos cometido contra Dios. Pero cuando clamamos a Dios, recibimos su misericordia y su perdón.
 
Pregunta: ¿Por qué no nos perdonará Dios si no somos perdonadores?
 
La falta de perdón no es consecuente con lo que significa ser hijo de Dios. Al pueblo de Dios se le llama a reflejar su naturaleza. Dios es misericordioso y perdonador, y Él espera que también lo sean sus hijos. Como Dios es perdonador, es contradictorio llamarse cristiano mientras se alberga amargura hacia otro creyente.
 
Según el versículo 35, hay un castigo para la falta de perdón. Un cristiano que se niega a perdonar está haciendo algo muy peligroso. Finalmente perderá el perdón de Dios. Esto tiene consecuencias eternas.
 
En esta vida pudiéramos ser heridos por los demás, incluso por hermanos en la fe. Ese es un lamentable resultado de la imperfección humana. Pero es posible el perdón. En realidad, podemos perdonarnos los unos a los otros con regocijo cuando recordamos el perdón insondable que nos ha concedido nuestro Padre celestial.
 
Aplicación
 
Vivimos en un mundo muy ególatra. Y en la búsqueda de beneficio social y material, las personas pueden resultar heridas por la conducta egoísta de los otros. Aun en la iglesia, las personas sufren por la conducta descuidada o indiferente de los demás. Pero los creyentes no podemos reaccionar como el mundo, con amargura o falta de perdón. Cristo nos ha ordenado que hagamos todo lo posible por reconciliarnos con quienes nos hayan ofendido.
Tal vez alguien lo haya ofendido y usted necesite hacer un esfuerzo por restablecer su relación con esa persona. Pídale a Dios que le ayude mientras usted habla con esa persona. Crea que Dios obrará en el corazón de esa persona también. Perdone a esa persona de todo corazón.

jueves, 14 de julio de 2011

Estudio Biblico de Hoy " Jesucristo Viene "

Título: Jesucristo viene
Verdad central: Preste atención a la advertencia de Cristo y prepárese para su pronta venida.
Texto áureo: Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Mateo 24:42
Trasfondo bíblico: Mateo 24:1-51
 
Bosquejo:
 
I. Señales de la venida de Cristo
 
A. Prioridad de su venida
B. Época de su venida
 
II. Carácter repentino de su venida
 
A. Aparición inesperada
B. Transformación inmediata
 
III. Prepárese para la venida de Cristo
 
A. Vele su venida
B. Trabaje en vista de su venida
 
Objetivo
 
Examinar las promesas de la venida de Cristo y vivir en espera de su venida.
 
Introducción
 
A los creyentes se nos inunda de información respecto a la inminente venida de Cristo. Hay libros que analizan los pasajes bíblicos en una tentativa por explicar cómo se relacionan con su venida las situaciones contemporáneas. Aunque algunas tienen un sólido fundamento bíblico, otras son simple especulación. Pero existe una realidad: Jesucristo viene.
 
¿Cómo reacciona la gente ante la verdad de la pronta venida de Cristo? Algunos creyentes escudriñan las Escrituras en busca de claves respecto a la fecha exacta de su venida. A pesar de las Escrituras que enseñan contra eso, la llegada del nuevo milenio ha creado una oleada en esta actividad. Muchos se muestran indiferentes. Otros son sarcásticos, y dicen que se ha estado proclamando durante años que Cristo vendrá pronto. Jesús les dijo a sus seguidores que han de vivir en un estado constante de preparación y expectativa. Esperamos con gozo su venida al prepararnos espiritualmente y al darles a otros las buenas nuevas.
 
Comentario Bíblico
 
I. Señales de la venida de Cristo: Mateo 24:1-3
 
A. Prioridad de su venida
 
Los últimos capítulos del Evangelio según San Mateo describen los últimos días de Jesús en Jerusalén. Los discípulos no comprendieron que Jesús sería crucificado en sólo algunos días; estaban pensando en otras cosas. Pero Jesús aprovechó ese tiempo con sus discípulos para enseñarles verdades acerca de su reino.
 
El templo era el orgullo y la gloria de los judíos. Lo comenzó en 20 a.C. Herodes el Grande como una ampliación del templo de Zorobabel, y era una obra maestra de arquitectura. Aun el mundo secular elogiaba su belleza. Los discípulos también contemplaron su belleza cuando pasaban frente a él.
 
Pregunta: ¿Por qué profetizó Jesús la destrucción del templo (Mateo 24:2)?
 
Los judíos se habían negado a aceptar a Jesucristo como el Mesías, aferrándose a la ley del Antiguo Testamento y a sus propias tradiciones. En Mateo 21:42,43 y 23:38, Jesús indicó que, como los judíos lo rechazaron, se les quitaría el reino de Dios y que habría destrucción en Jerusalén.
 
También los discípulos le estaban dando demasiado importancia al templo. La destrucción del templo (que ocurrió en el año 70 d.C.) mostraría una vez más que el único camino a Dios es mediante el sacrificio de Cristo en la cruz.
 
Los discípulos consideraban la destrucción del templo como un acontecimiento catastrófico y una señal del comienzo del fin de los tiempos, el tiempo en que Cristo establecería su reino terrenal. Entonces los discípulos le dijeron a Jesús: "Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?" (v. 3).
 
Jesús empleó su declaración profética y las preguntas de los discípulos para enseñarles acerca de la necesidad de velar y prepararse para su venida. Habrá señales de su venida que no pueden pasarse por alto. Pero sus discípulos tenían que comprender que es lo que la gente hace con Jesucristo y su mensaje, no lo que le ocurra al templo, lo que determina su destino.
 
Pregunta: ¿Qué cosas pueden desviarnos de nuestra espera de la venida de Cristo?
 
B. Época de su venida
 
La venida de Cristo no sorprenderá a quienes lo esperan. Los acontecimientos antes del tiempo de su venida indicarán con toda claridad la pronta venida de Cristo.
 
La naturaleza está llena de señales para indicar las estaciones. Cuando un árbol comienza a florecer, es obvio que ha terminado el invierno que ya se acerca la primavera (Mateo 24:32,33). De igual modo, cuando los acontecimientos de los versículos 5-28 comiencen a aumentar en la tierra, está cerca la venida de Cristo.
 
Pregunta: ¿A quiénes se refiere la palabra "generación" en Mateo 24:34?
 
A menudo se asocia una generación con un período de cuarenta años. Ese empleo pudiera referirse a quienes vivían en la época de Cristo. Muchos de ellos estarían vivos todavía cuando el templo fuera destruido.
 
La palabra "generación" puede también emplearse para describir a una nación o a un grupo de personas. Aunque el templo caería. Dios prometió conservar al pueblo judío (una promesa que pareció oculta durante siglos, pero que se observa hoy con toda claridad en la formación de Israel como nación). Las palabras de Cristo habrían sido buenas nuevas para los discípulos.
 
Otros creen que la palabra "generación" se refiere al tiempo anterior inmediato a la venida de Cristo. Esa generación verá ocurrir todas las señales y verá al Señor cuando Él vuelva.
 
En 1 Pedro 2:9, Pedro empleó la palabra traducida "generación" para referirse a la Iglesia. A partir de la destrucción de Jerusalén y del templo, el mundo en que vivimos será caótico y algo peligroso. El transcurso del tiempo antes de la venida de Cristo sólo aumentará esa persecución y esas dificultades. Pero Dios ha prometido su protección para todos los creyentes, aun hasta el fin. Es una promesa que nunca fallará (Mateo 24:35).
 
Aunque los diversos empleos de la palabra "generación" pudieran tener alguna validez, es evidente que vivimos en una época que señala el advenimiento de Cristo, y las señales indican que viene pronto. Aunque no sabemos cuándo (v. 36), podemos estar seguros de su realidad. La persecución, las pruebas y los problemas nos recuerdan que Dios tiene el dominio de todo. Vamos hacia un desenlace que no puede detenerse, y que culminará con la venida del Señor.
 
II. Carácter repentino de su venida (Mateo 24:37-39)
 
A. Aparición inesperada
 
Pregunta: ¿Por qué no estaban preparadas para el diluvio las personas de la generación de Noé?
 
A las personas de la época de Noé se les advirtió que Dios iba a juzgar su maldad con un diluvio (2 Pedro 2:5). A pesar de la predicación de Noé, la construcción del arca y la reunión de los animales, la gente siguió viviendo como siempre había vivido (Mateo 24:38,39). La lluvia los sorprendió totalmente desprevenidos. Pero era demasiado tarde para prepararse, y perecieron todos los seres humanos salvo la familia de Noé. Esa misma filosofía materialista predominará en la tierra cuando Jesucristo venga otra vez.
 
La terminación de esta presente era de la Iglesia se caracterizará por la aparición física de Cristo, que viene a reunirse con su pueblo (1 Tesalonicenses 4:13-17). Una vez que estén con Él, nunca más dejarán su presencia.
 
Los que se pierdan la venida de Cristo se la perderán porque no estarán esperándolo. Eso no será por falta de señales, sino porque no creerán que viene. Lo olvidarán todo menos sus propios placeres.
 
La venida de Cristo será inesperada sólo para quienes no lo aguardan. La Biblia enseña con toda claridad que los creyentes deben vivir en un estado constante de preparación.
 
Pregunta: ¿Cómo pueden prepararse los creyentes para la venida del Señor?
 
El estar preparados incluye el tener una vida de santidad. Jesucristo vendrá por una Iglesia que es pura y justa. Como creyentes, nuestras prioridades deben fijarse en el cielo. El amor a este mundo hará que titubee nuestra esperanza de su venida. Aunque el mundo que nos rodea puede mostrar las actitudes carnales de la época de Noé, debemos motivarnos con la realidad de su venida.
 
B. Transformación inmediata
 
En Mateo 24:40,41, Jesús empleó dos ejemplos gráficos para subrayar que su venida será repentina. El día de la venida de Cristo será como cualquier otro día. Mientras las personas realizan sus tareas regulares, habrá una separación repentina y espectacular. Estos versículos pudieran indicar muy estrechas relaciones. Es probable que las mujeres mencionadas fueran hermanas, o tal vez madre e hija. Pero sin que importe lo íntimo de la relación, el que esté preparado cuando venga Cristo desaparecerá de pronto.
 
Pregunta: ¿Por qué es importante recordar el carácter repentino de la venida del Señor?
 
La palabra "tomado" en el versículo 40 literalmente significa "llevado consigo o recibido". El que es tomado será llevado de inmediato a la presencia de Jesucristo, y permanecerá allí por toda la eternidad (1 Tesalonicenses 4:17).
 
En la venida de Cristo, no habrá tiempo para hacer que nuestra vida sea agradable al Señor. Su venida será tan repentina que los creyentes serán transformados de inmediatos y llevados a su presencia. Como creyentes, debemos estar preparados en todo momento para su venida.
 
Al mismo tiempo, los que han rechazado a Cristo no tendrán tiempo para cambiar de idea. El conocimiento de la inminente venida de Cristo debe animarnos al evangelismo personal. Ahora es la oportunidad de hablarles de Cristo a los amigos, a los vecinos y a los seres queridos. Dios nos ha dado este tiempo en el mundo para que nos preparemos y ayudemos a preparar a otros para la segunda venida de Cristo.
 
III. Prepárese para la venida de Cristo (Mateo 24:42-44)
 
A. Vele su venida
 
Cristo volvió a exhortar a los discípulos a que estuvieran siempre preparados para su segunda venida. En este caso empleó una parábola que ilustra el velar y esperar.
 
Pregunta: ¿Qué significa velar" la venida del Señor (Mateo 24:42)?
 
La palabra "velar" significa estar alerta y vigilante. Nadie sabe el día que vendrá Cristo. Pero debido a la seriedad del acontecimiento, los creyentes deben prepararse y vivir como si su venida estuviera cerca.
 
A fin de ilustrar la necesidad de estar preparados para su venida. Jesús empleó una parábola acerca de un padre de familia a quien se le iba a robar (v. 43). Si ese padre de familia hubiera sabido cuándo llegaría el ladrón, habría estado velando y habría impedido el robo. Pero no sabemos cuándo vendrá Cristo (v. 44). Debido a eso, debemos velar y prepararnos constantemente para su venida.
 
Si estamos preparados para la venida de Cristo, nuestra vida reflejará una preparación digna de su venida. De modo que no nos sentiremos perturbados cuando Él venga, ni seremos tomados por sorpresa.
 
Pregunta. ¿Cómo podemos prepararnos para la venida del Señor?
 
Mateo 24 y 2 Pedro 3:1-11 nos enseñan la importancia de estar preparados para la venida del Señor. Ambos textos nos obligan a responder a una importante pregunta: En vista de la inminente venida de Cristo, ¿cómo hemos de vivir? Jesús contestó esa pregunta cuando les habló a sus discípulos en Mateo 24:45,46.
 
B. Trabaje en vista de su venida
 
Jesús contó una parábola de un siervo a quien se le había dado la responsabilidad de atender a la familia de su señor.
Sus deberes incluían el asegurar que se distribuyeran los alimentos y otras provisiones a su debido tiempo (Mateo 24:45). Mientras el señor andaba fuera, este siervo se ocupaba de su familia.
 
Mientras el señor está fuera, un buen siervo se ocupará en las tareas que le asignaron. Cuando el señor vuelva, se sentirá complacido porque el siervo realizó fielmente la tarea que se le había asignado (v. 46). En vista de la inminente venida de Cristo, todo creyente debe imitar la conducta del siervo en la parábola. Debemos ocuparnos en la tarea que nos ha dado Dios.
 
Pregunta: ¿Qué tarea les ha dado Jesucristo a sus discípulos mientras Él está en el cielo esperando su venida?
 
Poco antes de ascender al cielo, Jesucristo les dio a todos los creyentes la tarea mencionada en la Gran Comisión (Mateo 28:19,20). El cumplimiento de esa tarea tiene dos aspectos.
 
En primer lugar, los que hemos aceptado a Cristo como nuestro Salvador debemos estar preparados para su venida. Y como su venida será repentina, es necesario que nos mantengamos preparados para ella. Eso se logra cultivando regularmente nuestra relación con él Señor y viviendo en santidad. Deben establecerse nuestras decisiones, prioridades y objetivos en consideración a su pronta venida.
 
En segundo lugar, debemos preparar a los demás para su venida hablándoles-de Jesucristo. Después que aceptan a Cristo como su Salvador, debemos discipularlos en su andar cristiano. Jesucristo quiere que contemplemos la vida desde una perspectiva eterna. Al igual que el siervo de la parábola, nuestra meta más alta debe ser el cumplir la voluntad de nuestro Padre.
 
Jesucristo viene en busca de quienes esperan su venida. El vivir de esa-manera hará que estemos preparados para su venida y nos motivará a hacer la obra del ministerio hasta que Él venga.
 
Aplicación
 
Jesucristo no quiere que tratemos de determinar el tiempo de su venida. No nos ha dado señales para que calculemos el tiempo específico de su aparición. Más bien, Jesús nos dijo qué señales habría para recordarnos que Él viene otra vez y para motivarnos a estar listos para su venida. En vez de especular sobre el tiempo de la venida de Cristo, prepárese para su venida. Si nunca ha aceptado a Cristo como su Salvador, acéptelo hoy.
Sencillamente pídale que le perdone sus pecados. Si ya conoce a Cristo como su Salvador, viva de una forma que le agrade a Él mientras usted espera su venida. Y busque oportunidades de decirles a los demás que Jesucristo viene otra vez.

lunes, 4 de julio de 2011

Estudio Biblico de hoy " Misión de la Iglesia"

Verdad central: Los cristianos tienen el privilegio y la responsabilidad de hablarles del evangelio a los inconversos.
 
Texto áureo: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mateo 28:19).
 
Trasfondo bíblico: (Mateo 2 8:1-20)
 
Bosquejo
 
I. Proclame al Cristo vivo

A. Cristo ha resucitado 
B. Cristo vive
 
II. La oposición del mundo
 
A. Resurrección revelada
B. Resurrección rechazada

III. Id por todo el mundo
 
A. Frente a la duda
B. Reaccionemos con acción
 
Objetivo
 
Entender y aceptar la orden de Cristo de predicarle el evangelio al mundo entero.
 
Introducción
 
Mientras estaban en el instituto bíblico, Samuel y Berta sintieron el llamado de Dios a la obra misionera en un país del Oriente Medio. A pesar del peligro, sentían pasión por predicar el evangelio. Inmediatamente después de la graduación, salieron para ese país a fin de cumplir el plan de Dios para su vida. Durante seis meses, se esforzaron por hablarles del evangelio a los perdidos. Luego, mientras servían a Cristo en un pueblo pequeño y apartado, quedaron atrapados en medio de un violento golpe militar. Trágicamente, fueron asesinados.
 
Es probable que ninguno de nosotros será mártir. Sin embargo, nuestra devoción a Cristo debe hacer que entreguemos nuestra vida como sacrificio vivo a la causa de Cristo. Esa fe debe llevarnos a proclamar el mensaje de que el perdón del pecado y una vida nueva están al alcance de todos.
 
Comentario Bíblico
 
I. Proclame al Cristo vivo (Mateo 28:1-7)
 
A. Cristo ha resucitado
 
El domingo por la mañana después de la crucifixión de Cristo, María Magdalena y María, la madre de Jacobo y de José, fueron al sepulcro de Jesús. Iban a ungir el cuerpo de Jesús como una obra de amor y devoción (Mateo 28:1; Marcos 16:1). Lo que hallaron les dio miedo al principio, pero pronto su miedo se volvió gran gozo.
 
Antes que esas mujeres llegaran al sepulcro, había ocurrido un terremoto y el ángel del Señor había quitado la piedra que sellaba el sepulcro. Aterrados por el terremoto, y también por la refulgencia celestial del ángel, los guardas "se quedaron como muertos" (Mateo 28:2-4).
 
Cuando las mujeres se acercaron al sepulcro, vieron al ángel sentado en la piedra, y tuvieron miedo. El ángel calmó rápidamente sus temores. El versículo 5 pudiera traducirse "No tengan también miedo [al igual que los guardas]". ¿Por qué pudo decirles eso el ángel a las mujeres? El versículo 6 da la respuesta: porque el que había sido crucificado ya no estaba en el sepulcro. Lo que había sido motivo de horror para los guardas romanos les produjo inmenso regocijo a las mujeres. Jesucristo había resucitado de los muertos, tal como había profetizado.
 
El ángel tenía una tarea para esas mujeres. Debían ir a darles la gran noticia a los discípulos (v. 7).
 
Pregunta: ¿Qué mensaje debían darles a los discípulos las mujeres?
 
Las mujeres debían anunciar que Jesús "ha resucitado de los muertos". Esa orden prefigura la orden de Cristo mismo en la Gran Comisión más adelante en el mismo capítulo. En definitiva, es la piedra angular de nuestro mensaje para el mundo.
 
Pregunta: ¿Por qué es la resurrección de Cristo el fundamento de nuestra fe?
 
Cuando celebramos la resurrección de Cristo, celebramos más que el simple milagro de que Dios resucitara a un hombre de los muertos. La resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra salvación. Es la señal irrefutable de que el plan de Dios para la salvación del género humano se ha realizado por medio de Cristo. Si Jesús no hubiera resucitado de los muertos, es "vana" nuestra fe (1 Corintios 15:14).
 
Hoy nuestro mensaje para un mundo perdido debe ser que Jesucristo ha resucitado de los muertos. Sólo Él puede salvarnos de nuestros pecados y darnos la esperanza de vida eterna.
 
B. Cristo vive
 
Las mujeres salieron del sepulcro con "temor y gran gozo" (Mateo 28:8). Sabían sin duda que era cierta la resurrección de Cristo.Mientras iban a contarles a los discípulos, las mujeres se encontraron con Jesús (v. 9).
 
Pregunta: ¿Por qué era importante para las mujeres encontrarse con Jesús después de su resurrección?
 
Este y otros encuentros personales entre Cristo y sus discípulos proporcionan demostración histórica de su resurrección. La reunión en el versículo 9 es sólo una de varias reuniones como esa.
 
Pregunta: ¿Cómo podemos probar que Jesucristo resucitó de los muertos?
 
Hay abundantes pruebas bíblicas de la resurrección de Cristo. Pero también la prueba es personal. Mostramos la realidad que su resurrección mediante el cambio que tuvo lugar en nuestra vida cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador. Quienes nos rodean pueden llegar a comprender que Jesucristo vive cuando lo ven viviendo en nosotros.
 
Cuando Cristo vino, también mostró interés por los demás. Cuando se encontró con las mujeres, notó su miedo y lo calmó (v. 10). Entonces repitió la orden que el ángel les había dado a esas mujeres, que les dijeran a sus discípulos que se encontraran con Él en Galilea.
 
Los creyentes proclamamos el mensaje de un Cristo vivo. Pero Él es mucho más que eso. Es un Señor amoroso que quiere relacionarse personalmente con aquellos por quienes murió para salvarlos. Este es el Cristo del que le hablamos a un mundo perdido y moribundo
 
II. La oposición del mundo (Mateo 28:11)
 
A. Resurrección revelada
 
Aunque no se sabe cuánto tiempo estuvieron inconscientes los soldados, lo primero que hicieron al recobrarse fue entrar corriendo en la ciudad. Allí les informaron a los principales sacerdotes todo lo que habían visto (Mateo 28:11). No sabemos con certeza cuánto vieron antes de desmayarse. Pero podemos estar seguros de que al menos sintieron el gran terremoto y tal vez vieran al ángel.
 
Se reveló la resurrección de Cristo no sólo para sus discípulos sino también para sus enemigos. Aunque quienes lo amaban recibieron la noticia con gozo, sus enemigos reaccionaron de modo muy distinto.
 
B. Resurrección rechazada
 
Pregunta: ¿Cómo esperaría usted que reaccionaran los soldados y los principales sacerdotes ante la resurrección de Cristo?
Los principales sacerdotes sabían que Jesús había profetizado su resurrección, de modo que ordenaron que se sellara y vigilara el sepulcro (Mateo 27:62-66). Se pudiera pensar que después de su resurrección ellos habrían estado convencidos de que Jesús era el Mesías y habrían deseado servirle. Después de todo su resurrección demostró que era quien afirmaba ser.
 
Pero no resultó así porque los principales sacerdotes inventaron una historia para explicar la resurrección de Cristo (28:12-14). Les ordenaron a los guardas que dijeran que los discípulos habían robado el cuerpo de Cristo mientras dormían. Sin embargo, un análisis más profundo de la situación muestra cuán increíble habría sido esa historia.
 
En primer lugar, el quedarse dormido mientras estaba de guardia era un pecado capital para un soldado romano. Por eso los principales sacerdotes sobornaron a los guardas con gran suma de dinero, y les prometieron hacer lo que fuera necesario para que no tuvieran problemas con Pilato (vv. 12,14).
 
En segundo lugar, el relato de los guardas era contradictorio. Si hubieran estado dormidos, no pudieron haber sabido que los discípulos habían robado el cuerpo de Cristo. Además, los habría despertado el ruido que los discípulos hubieran hecho empujando la piedra. Los guardas habrían arrestado de inmediato a los discípulos.
 
En tercer lugar. Marcos 14:50 revela que todos los discípulos habían abandonado a Jesús cuando lo prendieron. Asustados y desalentados, no habrían tratado de robar el cuerpo.
 
Los guardas y los principales sacerdotes sabían la verdad: Jesucristo había resucitado de los muertos. Pero frente a la clara e irrefutable evidencia, negaron la verdad y trataron de encubrirla.
 
Lamentablemente, sus mentiras siguieron persistiendo (Mateo 28:15). En realidad, hoy continúa la oposición a Cristo y su resurrección. Como creyentes, podemos esperar que quienes no quieren someterse al señorío de Cristo nieguen su resurrección.
 
Pregunta: ¿De qué formas rechazan hoy las personas la verdad de la resurrección de Cristo?
 
Algunas personas rechazan la verdad de la resurrección de Cristo por diversas razones. Unas afirman que "Jesús fue sencillamente un hombre bueno" o " En realidad no resucitó en forma corporal. Sólo resucitó su espíritu". Otros dicen: "Si es cierta la resurrección de Cristo, ¿por que no hace algo en cuanto al mal que hay en el mundo?" O dicen: "Todas las religiones tienen mérito; es arrogante que los cristianos afirmen que Jesucristo es el único camino de salvación."
 
Nuestro mensaje de un Cristo vivo siempre tendrá oposición en este mundo. Pero se nos manda que lo proclamemos. ¿Por qué? Porque, por muy endurecido que el mundo esté, el mensaje del evangelio puede seguir dando salvación a la humanidad perdida. Jesús sabía que tendríamos oposición, pero nos ordenó que le predicáramos el evangelio a todo el mundo.
 
III. Id por todo el mundo: (Mateo 28:16,17)
 
A. Frente a la duda
 
A diferencia del engaño de los guardas y los principales sacerdotes, los discípulos obedecieron las órdenes que Jesús les había dado a las mujeres y fueron a Galilea a encontrarse con Jesús.
 
Cuando vieron a Jesús, lo adoraron. No sólo reconocieron a Jesús, sino que creyeron que Él había resucitado de los muertos (v. 17). Pero la fe estaba mezclada con la duda en aquel grupo.
 
Pregunta: ¿Por qué cree usted que algunos dudaron, aun después de ver a Cristo cara a cara?
 
Esa reacción de duda no fue una situación aislada (Lucas 24:36-43; Juan 20:25). Nos preguntamos por qué los discípulos dudaron de que Jesús había resucitado de los muertos, sobre todo si Él había profetizado su muerte y su resurrección. Tal vez una minuciosa investigación nos ayude a entender sus sentimientos.
 
A pesar de las profecías de Jesús, su resurrección tomó de sorpresa a los discípulos. Lucas 24:41 describe su reacción como de "gozo". El que no entendieran sus profecías y el plan de salvación de Dios además de su aflicción y desesperanza después de su muerte, provocaron su duda.
 
Pregunta: Como creyentes en Cristo, ¿cómo resolvemos las dudas?
 
A menudo los discípulos sintieron que su fe era débil (Marcos 14:50; Lucas 22:34). La resurrección de Cristo no los transformó de inmediato en gigantes espirituales. Pero obedecieron su orden y se acercaron a Él.
 
De igual manera, podemos presentarle a Jesucristo nuestras luchas. Con gran compasión Él nos ayudará durante esos tiempos difíciles (véase Lucas 7:18-23). Aunque no comprendamos todo lo que nos sucede, el amor y el poder de Cristo nos ayudarán a afrontar las luchas espirituales en nuestra vida y a pesar de nuestras luchas, Dios puede usarnos para que hagamos discípulos.
 
B. Reaccionemos con acción
 
Pregunta: ¿Cuál fue el mensaje de Jesús para sus discípulos? (Mateo 28:18-20)
 
Jesús no censuró la deslealtad ni la duda de sus discípulos. Más bien les dio —a ellos y a todos los creyentes— una tarea: predicarle al mundo el evangelio. Eso puede lograrse únicamente gracias a la autoridad y a la soberanía de Cristo (v. 18).
 
Es sólo con su autoridad que el pueblo de Dios emprende esa misión. Cuando afrontamos luchas y oposición, es un consuelo saber que nos respaldan el poder y la autoridad del cielo.
 
La tarea de Jesucristo es clara; debemos ir por todo el mundo (v. 19). No es suficiente dar aprobación mental a la orden de Jesucristo; debemos obedecerla. Ese "ir" incluye el ir más allá de las fronteras para predicarles el evangelio a los perdidos.
 
Pregunta: ¿Cuál es la responsabilidad de la iglesia hacia los que aceptan a Cristo como su Salvador?
 
El verbo principal en el versículo 19 no es "id", sino "haced discípulos". El énfasis primordial de la Gran Comisión es sobre la enseñanza y formación de los nuevos creyentes.
 
Aunque debemos proclamar el mensaje salvador del evangelio, también debemos enseñarles a obedecer los mandamientos de Dios. Se presenta esa enseñanza en muchas formas: discipulado de grupos, relaciones con otros creyentes y el estudio diario de la Palabra de Dios.
 
Pregunta: ¿Por qué podemos cumplir la Gran Comisión?
 
Jesús terminó su orden con una promesa admirable (v. 20). Podemos obedecer la Gran Comisión porque no estamos solos. Cuando llegan las pruebas allí está Él. Cuando se nos opone el mundo Él está de nuestra parte. Él no nos ha dejado para que luchemos solos. Podemos participar en la Gran Comisión y ver las vidas transformadas milagrosamente porque Cristo está con nosotros ahora, y estará con nosotros hasta que vuelva por su Iglesia.
 
Pregunta: Basándome en las capacidades que Dios me ha dado, ¿cuál es una forma en que puedo ayudar a cumplir la Gran Comisión?
 
Aplicación
 
La orden de Cristo es clara: Debemos cruzar fronteras sociales, económicas y espirituales para llegar a las personas y hacer discípulos. No es optativa la obediencia a ese mandato; no podemos pasarla por alto. También debemos comprender que el obedecer la orden de Cristo implica considerable entrega por parte de todo creyente.
El hacer discípulos es un proceso de toda la vida. Primero debemos ser discípulos nosotros mismos. Eso implica crecimiento personal en nuestra relación con Cristo. Pase tiempo cada día con Dios mediante la oración y el estudio bíblico. Haga amistad con creyentes de experiencia que lo alienten y lo estimulen en su fe cristiana. A medida que usted crezca en Cristo será más eficiente en ganar y discipular a otros.